Tapiar un negocio por abrir una puerta. Aunque parezca paradójico, los vecinos de las viviendas situadas en la zona calle Progreso, junto a la Iglesia del Carmen, han tenido que esperar nueve años para cerrar un bar construido en un espacio "no apto para este tipo de negocios" como ha señalado el presidente de la
Asociación de Vecinos de estas viviendas, Ricardo Herrero.
En este sentido, la construcción de este negocio se remonta al año 1999, donde unos vecinos quisieron abrir un bar en la planta baja de estos edificios emblemáticos "a pesar que en la junta de vecinos todos nos mostramos contrarios a edificar porque queríamos conservar la estética de estos edificios".
El propietario del bar hizo "caso omiso" de las advertencias de sus vecinos y "además de abrir una puerta en el lugar donde había una ventana, bajó el nivel de la planta baja hasta dejarlo a ras de suelo".
Por ello, los vecinos, presentaron denuncias ante el juzgado número 1 de Sagunto, para pedir que "devolviese la fachada de esta planta baja a su estado original" a lo que desde la justicia "siempre ha emitido sentencias favorables para nosotros" según ha afirmado Ricardo Herrero.
Esta carrera judicial empezó a ver la luz en 2005 cuando el juez aprobó una sentencia en la que "se determinaba que el propietario estaba obligado a restituir la ventana en el plazo de un mes y que ignoró por completo".
Esta es la razón por la que estos vecinos afectados volvieron a reunirse con el juez encargado del tema quien dictaminó a su vez, que podían ser los mismos vecinos quienes tapiasen la puerta de entrada de acceso al bar, con cargos al propietario, frente a "los oídos sordos que hizo el propietario". Sin embargo, a pesar de las ordenes judiciales, el propietario del negocio "alquiló el local hasta el día de hoy". Precisamente, este último arrendatario "ha tenido que irse después de haber reformado un local que sólo llevaba dos meses abierto" según califica Ricardo Herrero quien señala que han tapiado la puerta "a pesar de este arrendatario, quien deberá pedirle las consecuencias a quien construyó esto".
Los motivos que los vecinos esgrimieron para mostrarse contrarios a la construcción de este bar, eran tanto estéticos como de seguridad para los vecinos: "los patios traseros de las casas tienen unas paredes que se pueden saltar con total facilidad, y el hecho de tener un bar hacía que nos encontrásemos inseguros ante la facilidad de entrar a robar por parte de ladrones".
Estos bloques de viviendas, situadas enfrente de la Iglesia del Carmen de Puerto de Sagunto "son unos edificios emblemáticos que tienen más de 63 años de existencia y nuestro mayor deseo es mantener su estética como lo hemos venido haciendo" ha señalado el presidente de la
Asociación de Vecinos, Ricardo Herrero.
